lunes, 16 de mayo de 2011

Anémonas en el camino

Se encontró rodeada de mundo, y supo que debía empezar a vivir. Se dejó llevar, admiró lo simple y con lo poderoso se sobrecogió, y descubrió, conoció y nombró. Cuando se fijó en aquel que caminaba a su lado quedó desconcertada. ¿Era la primera vez que lo veía? No estaba segura, sentía que siempre había estado junto a ella, pero no lo había percibido así hasta ahora y...¿por qué ahora? Dejó pasar los pensamientos sin detenerse en ellos, y siguió adelante. Nunca supo que él quedó atrás, viendo cómo el viento vestía su cuerpo y le golpeaba con ese aroma que ya nunca más invadiría su deseo, viendo cómo se le escapaba, dejándola marchar porque ella arrastraba aquello que él no habría sido capaz de empujar. Solo, extraño, no dejaba de mirar las anémonas del camino...

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