martes, 27 de septiembre de 2016

Esas mañanas




Están esas mañanas
Como de domingo inabarcable
Están esas y otras
Las que resultan de abarcar todo
Y macerarlo
O de creer que ha sido
Un instante visto en otro lugar
Mañanas de martes
Para endomingar en sepia


.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Obscenidades #1



No me horroriza la muerte
Sólo la vida que la alimenta
Esa vida
La que se erige en juez y parte de su propia agonía
y sentencia
Implacable
A condena perpetua y dolores forzados
La que respira el polvo del suelo
Agotado de rostros pisados y
Cuerpos enroscados en torno a brazos
Inmóviles
Impasible verdugo de lo ajeno
Me horrorizan las vidas que sobrevuelan
Obscenas
Y extravían
Todas esas miradas que se perdían hablando a las nubes
Disipadas en el miedo de los truenos
Todas esas palabras que iluminaban los bosques
Ahogadas en ciénagas ignorantes de sí
Enterradas en las aguas
Heladas
que conservan intacta la indiferencia






lunes, 12 de septiembre de 2016

Murallas





Un instante de certeza absoluta
es suficiente
Percibir la intensidad de la primera última vez
no puede ser si no así
Sin derecho a rectificación
Sin deber de enmienda
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Buscaban algo más que la luz los árboles que amurallaban mis montes
Las aguas por caer
cuando no bastaban las riadas
La luz negada por el manto negro que los abrigada
cuando no bastaba el ocaso
La invisibilidad arada con reja de plumas pardas
cuando no bastaba la noche

Buscaban algo más y encontraron
El fuego en el que retorcerse como gusanos
Simas infinitas a las que asomarse
El vértigo del inicio de los sueños

Buscaban algo más
Y fueron muralla asediada
Fueron bastión herido a manos del equinoccio
Fueron torreón en ruinas bajo las aguas

Buscaban algo más
Y lloraron ámbar
Supuraron sus heridas fósiles
todo el silencio del tiempo azul al que cayeron



.
.
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El dolor de la certeza es alivio
la herida, puerta abierta.
Y sus goznes quejumbrosos
arrancan al sueño fatuo
la lucidez de la evidencia.



    

jueves, 8 de septiembre de 2016

Entre el aquí y el allá




Desperté
entre el aquí y el allá
con  garganta 
de cristal



Supe que hay adónde llegar
Supe de un horizonte mixtilíneo 
Sé que es como todas las fronteras
frontera impalpable e irreal

Sé que mantiene
entre el aquí y el allá

Una franja que es cuerda de funambulista


Y llegué a ese horizonte inaudito
Con el depósito lleno
a pesar de todo

A pesar de los kilómetros de noche
Que de él me separaban

Llegué sin necesidad de cadenas
A pesar de la nieve caída sin descanso
En los últimos inviernos
de cada día


Llegué tras descubrir
En el mapa que sombreaba el salpicadero
Que las carreteras eran trampas
Que hay que llegar esquivando sus trazados
Obviando los atajos
Plegando al revés
Aquella mi enorme página presuntuosa

Y llegué
Justo cuando creí que desaparecería ante mis ojos
de lluvia en el desierto


Justo cuando su cuerda tensa
me abrió los brazos
y pude sentirla clavada
en el arco de mis pies





Y conjugué completos todos los pretéritos
indefinidos
en cada paso
Con la pértiga atravesándome el pecho

Agoté cada verbo
hasta su última desinencia

Vacié mi voz
y vi caer las palabras como el pedrisco de agosto
Y las contemplé estallar contra el suelo
ardiente y reseco

Vomité las últimas letras
impulsadas por un espasmo imposible y aniquilador

Escupí los restos infectos de pretéritos
perfectos
con la simpleza de un presente
liviano





Entre el aquí y el allá
Quedé
Muda y descarnada
.
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