jueves, 18 de agosto de 2011

Troyano





No puedo decirte nada

porque eres losa sobre mi cuerpo.

No puedo pensarte

porque eres amnesia,

olvido sin retorno.



                  Tecleamos, tecleáis,

                  the( )clean...

                  te limpio los rincones,

                  saco brillo a tus superficies

y me siento en el sofá,

a esperar.



                  Virtualmente amante,

                  sin virtud.

                  Pensamiento especular

                  discurriendo entre gigas y teras

(-¿Bailas?

- Sirtaki, desde luego.)

                  sorteando gusanos,

                  devorado por el agujero negro.

                  Telepatía wifi.



No creas que te olvido,

yo sé que no me dejas recordar,

lo demás se borra

                  ...tú eres el troyano.








martes, 9 de agosto de 2011

Llegando a despertar...



Buscando

el poder del cuerpo para desanestesiar

la mente

...él es lo que somos,

así... , así lo tenemos,

maldito esclavo de otros juicios

a merced de la idiocia

que aplasta el intelecto retorciendo el talón

para que no sobreviva.


Y llegando a despertar

bostezamos los desechos de noches grises,

desarticulando discursos

ininteligibles que brotan de la lengua,

escarpias oxidadas

escapando entre los dientes

para saludar a ese amanecer

que sólo es nuestro

y último.


Y queda el mundo contemplando

una victoria que no comprende,

con esa sonrisa boba en la cara

anunciando,

vengativa y maloliente,

la condena al silencio

y el laurel del destierro.




lunes, 1 de agosto de 2011

Aprendiéndote...




Despacio leo tus ojos

tus manos

          y tu cuerpo

momento a momento

              descrito en tu vida

Despacio voy aprendiéndote

y así comprendo

descifrando tus gestos

con las claves que me da tu piel

Despacio dejas que me acerque

que te mire y te escuche

y despacio descubro

             que saberte es perderme...

y despacio me confundo

entre tus sombras

            como una brisa repentina

como un suave balanceo

que adormece los sentidos

Despacio dejas tus caricias

            en mi piel

                        sin tocarme

despacio me acercas

y me pides

que siga leyendo

la vida que tu cuerpo describe sin pudor

            descuidado y valiente.