miércoles, 24 de junio de 2015

Espejismo




Apenas llega la luz al desierto
No hay voces que arrastren las dunas
El agua inunda los valles de la memoria

Pozos milenarios esperan la soga que estrangule su negrura
Rezuman aire espeso
Tragan las brumas del amanecer
Ahogados entre convulsiones

Los vientos se arrastran y mendigan arenas
Hunden sus dedos en mis ojos
Y ciega de presente
Caigo a horcajadas sobre el ayer

Arranco al galope polvareda muda de agua y sal
Los fósiles del silencio murmuran y
Brotan rosas al paso de los alacranes hacia poniente


                    Los intrusos que borraron el rastro de la mañana
                    Yacen moribundos entre las sábanas
                    Y sangran con cada estertor de la saeta implacable

                    Las cavernas que cobijaron fuegos y témpanos
                    Destilan dolientes la tintura de sus senos
                    Y aplacan el eco de la rompiente entre espumas y abismo


Jirones de cielo borran el vuelo de los cuervos
Auguran noches escarpadas
Traslucen abruptos las paredes de un sueño pesado
Trepanan cráneos blancos de los que huyen los gusanos
Alimentan al chacal con la carroña olvidada del mundo

                   (espejismo)

Apenas llega luz al desierto
Las primeras hebras de hierba reseca detienen la pretérita montura
Enredan sus fibras en mi cuello
Tejen una mordaza de viento y sal

Llueven exoesqueletos sobre los antiguos valles
Traen el rumor de la cristalina caligrafía que los trazó
Cubren el mapa de mi cuerpo exhausto
Con la obscenidad de sus brillos diminutos


Ayer es un instante de hoy
Una sirena duerme en el fondo del oasis




Gustav Klimt, Wasserschkangen (1904-1907)















                 
                 
                 


                 
















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