viernes, 22 de marzo de 2013

Vigilia




Estoy despierta, a salvo
entre el negro café de tus pupilas dilatadas
y el abismo de la boca que sólo escupe
un interrogante.

Escucho tu laberinto de palabras mudas
huyo de los muros de tu nombre...
Son alargadas las sombras
de estas grietas.

Y miro las horas, esculpen
el pulso bajo la piel
con prisa de aprendiz impaciente,
acallan la risa.

Han caído las últimas luces
han muerto, ahogadas por las tinieblas del día.
Y sigo despierta
enredada en tu voz.



.


1 comentario: