Oráculo...
soy sirena que enmudece para no dolerte
cambiando la voz por piernas que caminen
a tu paso
Oráculo...
No temas,
que no duelen clavos ajenos
aunque estén forjados al rojo a golpe de martillo y
con brazos de dios
Oráculo...
No temas,
no quiero un desierto, sino un vergel,
elegiste viajar en clase VIP y te guardo un Edén rojo
entre los brazos.
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