Sonrisa de luna

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Cierro los ojos y te veo

veo tu sonrisa

he visto esta noche la luna sonriéndome desde el cielo

como el gato de Cheshire...

encuentros breves, intensos y decisivos

paradojas

una sonrisa por encima del mundo

la capacidad de llenar el pensamiento, la capacidad del conflicto que rescata,...

la capacidad de la presencia

de la ausencia

de lo mágico

lo muy hermosamente mágico

Sonrisa que evita que rueden cabezas ofuscando la razón

y la sinrazón.

El gato de Cheshire.



Cierro los ojos y te siento

siento olas, viento, el recitado de los acantilados, las caricias de espuma...

me dejo arrastrar por la resaca,

me dejo llevar hasta tu playa de arena húmeda que devuelve a la luna los brillos de su sonrisa...

se enredaron en mis cabellos tus dedos de caracola,

resbalaron por mi cuerpo tus aguas embravecidas,

me rodearon tus corales enjoyando mis sueños de mar.

Sonrisa de luna.



Cierro los ojos y te miro,

miro tu cuerpo, tus gestos, tus palabras...

miro cómo te acercas, miro cómo te alejas, miro cómo me quedo,

...en la orilla.



Y subo, subo hasta lo más alto

y me acerco al borde del acantilado

y te contemplo, rompiendo contra los farallones,

asedando la playa con reflejos de plata,

haciendo recitar a las olas el canto perdido de las sirenas,

y te contemplo...

Magnífico. Inmenso.



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Me duele la vida

Me duele la vida

Me duele en los ojos

Me duele en las manos

en el pecho...

Me duele

Cuando me sigue queda

y se esconde si intento sorprenderla...

Me duele más

¿No sabes, vida, que sé de ti?

No me sigas, ven aquí.

¿No sabes, vida, que voy

despacio

para que no me pierdas?

Vida, haz lo que quieras

ya es más de medianoche

y no puedo más

Deja, vida, deja que te cuente, deja...

escucha este cuento de cómo me dueles

deja que te empape

con las lágrimas que nunca te ofrecí

para que no resbalases

o con las que te hice tragar

para que no me ahogases

Deja que cuente

alégrate de oirme

y duerme,

Deja que vele tu sueño

deja que te mire y sienta tu pulso en mis sienes

en mi garganta

en mí, toda

Deja que te cuente

cómo necesito tu abrazo y oirte respirar

para no olvidarte

Vida, no te ocultes

no olvides que soy tuya

no olvides que eres yo.

No me importa que me duelas

o que te rías de mí

No me importa que me confundas

te burles de mi torpeza

o me asustes en las esquinas

No me importa

No, mientras te sienta.

Deja, vida, deja que te cuente cómo me dueles

Deja que te cuente, vida, deja...



    

Tengo frío

Tengo frío...

            tengo el frío del momento que deslinda los sentidos

          y me recorre

        con el ensordecedor rumor

      de átomos que tiritan

Tengo frío...

             tengo el frío de la violencia con que llama el mundo

          a una puerta blindada

        que  sin resistencia abro

      de par en par

Tengo frío...

            tengo el frío del silencio que se mueve

          por ese vacío estático

        depredador que atrapa

      y engulle poco a poco

Tengo frío... y no soy la reina de las nieves

Ni soy la luna llena serena en noche de invierno

Ni una aurora boreal llorando el cielo del norte

Tengo frío... y tiemblo como una niña asustada

cuando piso el suelo de la taiga

y mis carámbanos brillan y gotean

Tengo frío... lo tengo

Tengo frío de escarcha en la piel

de ibón cristalino

de mirada ausente

de Bóreas furioso

de glaciar azul

de astros lejanos

de abismos cercanos

Tengo frío

Oráculo

Oráculo...

No temas,

               soy sirena que enmudece para no dolerte

                cambiando la voz por piernas que caminen

                a tu paso

Oráculo...

No temas,

                que no duelen clavos ajenos

                aunque estén forjados al rojo a golpe de martillo y

                con brazos de dios

Oráculo...

No temas,

                no quiero un desierto, sino un vergel,

                elegiste viajar en clase VIP y te guardo un Edén rojo

                entre los brazos.